FILÓSOFO: ¿Qué buscas?
TEÓLOGO: Las características de la verdad hallada, ¿y qué pesquisas tú?
FILÓSOFO: La verdad. ¿Qué es la verdad?
TEÓLOGO: Te propongo que cambies el que por el quien, o no avanzarás tu primera pulgada, jamás, como en todos estos años y siglos.
FILÓSOFO: ¿Quién es la verdad?
TEÓLOGO: El Creador, de los cielos y la tierra.
FILÓSOFO: ¿Y quién me creó a mí?
TEÓLOGO: Aquel que es más inmenso que el universo y todo aquello que ves y no ves.
FILÓSOFO: Y ¿quién es más corpulento que el firmamento?
TEÓLOGO: Nosotros le llamamos Dios.
FILÓSOFO: ¿Y es factible intimar con ese tal Dios?
TEÓLOGO: Ese es el meollo del asunto, la esencia. Sí, es posible intimar con Dios, pero a la razón debes añadirle fe, la locura de la fe, que en sí es o pareciera ser irracional.
FILÓSOFO: Entonces, si soy racional e irracional, cuerdo y chiflado, espiritual y terrenal, fe y razón, todo en una misma vez, conocería en vivo y en directo a ese que tú llamas Jesucristo, el Hijo de Dios.
TEÓLOGO: Exactamente.
FILÓSOFO: ¿Me pides que abrace la locura de la fe en Cristo por una semana, como experimento, con absoluta sinceridad y entrega, con plegarias y todo lo demás?
TEÓLOGO: Exactamente y por una sola semana de tu vida, según lo preceptuado en la nueva alianza, con toda la franqueza que poseas. Yo he sido un hijo de la razón muchas veces, ¿lo has sido tú de la fe? Después publicas los resultados de tu experimento con la fe en Cristo y caso cerrado. La verdad se desprende del creer y el pensar.
TEÓLOGO: Las características de la verdad hallada, ¿y qué pesquisas tú?
FILÓSOFO: La verdad. ¿Qué es la verdad?
TEÓLOGO: Te propongo que cambies el que por el quien, o no avanzarás tu primera pulgada, jamás, como en todos estos años y siglos.
FILÓSOFO: ¿Quién es la verdad?
TEÓLOGO: El Creador, de los cielos y la tierra.
FILÓSOFO: ¿Y quién me creó a mí?
TEÓLOGO: Aquel que es más inmenso que el universo y todo aquello que ves y no ves.
FILÓSOFO: Y ¿quién es más corpulento que el firmamento?
TEÓLOGO: Nosotros le llamamos Dios.
FILÓSOFO: ¿Y es factible intimar con ese tal Dios?
TEÓLOGO: Ese es el meollo del asunto, la esencia. Sí, es posible intimar con Dios, pero a la razón debes añadirle fe, la locura de la fe, que en sí es o pareciera ser irracional.
FILÓSOFO: Entonces, si soy racional e irracional, cuerdo y chiflado, espiritual y terrenal, fe y razón, todo en una misma vez, conocería en vivo y en directo a ese que tú llamas Jesucristo, el Hijo de Dios.
TEÓLOGO: Exactamente.
FILÓSOFO: ¿Me pides que abrace la locura de la fe en Cristo por una semana, como experimento, con absoluta sinceridad y entrega, con plegarias y todo lo demás?
TEÓLOGO: Exactamente y por una sola semana de tu vida, según lo preceptuado en la nueva alianza, con toda la franqueza que poseas. Yo he sido un hijo de la razón muchas veces, ¿lo has sido tú de la fe? Después publicas los resultados de tu experimento con la fe en Cristo y caso cerrado. La verdad se desprende del creer y el pensar.
Del blog índice LAS
SOTANAS DE SATÁN
No hay comentarios:
Publicar un comentario