Le preocupaba la discontinua falta de sinceridad de su hijo Ricardo de diez años, que se estaba formando éticamente guiado por su contorno.
-Ricardo, no mientas para conseguir tus objetivos.
-Sí, mamá, a veces y sólo a veces he mentido, mas jamás he sido sorprendido. Soy hábil. La mentira es un recurso que puede ser muy fructífero.
-No quiero parlamentarios en la familia.
-Mamá, soy un mentiroso ocasional no un rapiñador. No es necesario que me ofendas.
-Ricardo, no mientas para conseguir tus objetivos.
-Sí, mamá, a veces y sólo a veces he mentido, mas jamás he sido sorprendido. Soy hábil. La mentira es un recurso que puede ser muy fructífero.
-No quiero parlamentarios en la familia.
-Mamá, soy un mentiroso ocasional no un rapiñador. No es necesario que me ofendas.
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
No hay comentarios:
Publicar un comentario