GOBERNADOR: Indaguen
sobre el sepulcro y las cenizas del Nazareno. Estoy agotado con esta secta de
los cristianos, locos y agitadores. Si no resucitó, si no ascendió, el Nuevo
Testamento es una estafa, mas necesito su cadáver y eliminarlos así de un solo
golpe, del globo, desacreditándolos.
SECULARISMO:
Gobernador, llevamos dos mil años buscando los restos de Jesús y nada. Me da la
impresión que debemos desistir. Si aparece alguna novedad u otra paranoia le
avisaremos. Sólo tenemos a mediocres, ociosos y charlatanes que ven en el
inexistente cadáver del Redentor un medio de publicidad y vanagloria temporal.
Son personajes que trazan cualquier conjetura para intentar desacreditar el
Evangelio, ya que éste lo único que les ofrece es una morada sempiterna suntuosa
en el lago de fuego y azufre y les da rabia. Son criaturas muy conscientes de
su putrefacción, que procuran arrastrar a las multitudes al foso de la debacle
a través de ese sensacionalismo manufacturado por la patochada taquillera. Son
capaces de linchar a su propia madre con una cuchara por una entrevista o para
aparecer como seres profundos, sesudos, analíticos.
Del blog índice LAS
SOTANAS DE SATÁN
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