Yo, como alcalde electo, me comprometo ante esta bandera y esta cruz a
realizar mi gestión encadenado a los más altos estándares de probidad y
transparencia. Como lo dijera en mi campaña, fui educado en los valores del
humanismo cristiano, en donde la laboriosidad y la honradez sin titubeos son
los ejes centrales. Denunciaré a los cuatro vientos y con un megáfono toda
fechoría o irregularidad de la que tome conocimiento, en el acto. No tendré
clemencia con los sinvergüenzas e irresponsables.
El mismo alcalde se reúne reservadamente con su equipo político, que
es de su más absoluta confianza y les indica con arrojo: “Tenemos cuatro años
para prosperar. Apúrense. Que todo se haga dentro de la ley, cada vez que sea
posible. Donde exista la posibilidad de un centavo extra, aprovéchenla de
inmediato. Tal vez no tengamos otra oportunidad. Es ahora o nunca”.
Del blog índice LAS
SOTANAS DE SATÁN
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