Todo es una
farsa, nada es confiable. El diseño político impuesto es opresor por
definición. Ningún perro fascista disfrazado de demócrata me convencerá.
Ninguna oveja de estos perros traidores me persuadirá a que me subordine al
látigo sacramentado en el altar de la patria. Los peatones caminamos entre un
barranco y un precipicio. El propietario de la patria es de pocos amigos y
pocas palabras y se compró al congreso completo a precio de propaganda. Por ser
reelectos, algunos diputados son capaces de estirarle la mano al amo, de
rodillas. Razonar como los burgueses es extraviarse. Hay que quemarlo todo,
destruir los bienes e inmuebles de la infamia. Negociar o conversar con esos
buitres chupasangre es vil. El único canalla que cede algo es el canalla
muerto. Sí, soy anarquista y contestatario de corazón. Los revolucionarios de
café son parias, mocitos del faraón. La agenda social de este sumiso gobierno
es un cuentagotas asqueroso, una limosna alabada por embaucadores y patrañeros
profesionales. Ningún ciudadano debe ser controlado, doblegado. Los diferentes
sectores políticos, que buscan inicuos acuerdos, son retoños de la misma ramera
ladrona y borracha. Poner una bomba atómica en el hemiciclo sería glorioso.
Nunca condesciendas, nunca. Ver en un recorrido de insurrectos un semáforo
doblado es una delicia.
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
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