01
Nos advirtieron que si el senado aprobaba la jornada de ocho horas
diarias, la economía se dañaría y el pueblo se perjudicaría.
Nos comunicaron que si el senado aprobaba un pago justo por las horas
extraordinarias, la economía se dañaría y el pueblo se lesionaría.
Nos notificaron que si el senado aprobaba una carga tributaria que
financie los aspectos morales básicos de la agenda social, la economía se
dañaría y el pueblo se laceraría.
Siempre opinan lo mismo y nunca ceden, y en plena alabanza a Dios, de
rodillas, tampoco creen en la parábola del buen samaritano y ni en nada que se
le parezca.
Las insinuaciones sociales en la noche de navidad subsisten una plegaria
fugaz.
02
I
Como unos explotaban al negro sin sobresaltos y los otros envidiosos no,
armaron con hidalguía la guerra de la secesión. El norte requería con premura y
proceridad la mano de obra gratis que el inmisericorde sur poseía a destajo. El
insobornable abolicionismo es posterior. Cuando los usureros mastodontes maman
con ecuanimidad el mutismo se generaliza, es un patriótico segundo himno nacional.
El déspota edén de Scarlett O’hara que reposaba sobre lomos oscurecidos, se
derrumbó con la voracidad del sol, porque la otra billetera así lo dispuso.
II
El que poseía más esclavos más respetado era. El que posee más vasallos
más bienquisto es. El que administra bien el sudor de los otros va a ser
requerido en la universidad. El peón que gana una miseria y reclama mucho va a
ser disciplinado por la actual democracia. Mis derechos concluyen cuando
termino de atropellar el de los otros. Mis deberes morales básicos comienzan
cuando se me amenaza adecuadamente. Si la rentabilidad del hircismo del prójimo
cae sin tregua en mi monedero orondo, estaremos construyendo una sociedad
ordenada y resguardada, con los destripadores de choferes y mecánicos.
03
I
El progreso practica maratón con ojeras alrededor de los arrabales
postergados sin sentarse en el sofá de mimbre de los descamisados, a compartir
un té de octava selección, con esos torniquetes que intentan formar
arregladamente la furia que se atesoró con el correr de los agobios. Son un
cerco vil aquellas pupilas postradas que ven el hedonismo descastado y el
esplendor por el agujero de la llave de una puerta clausurada por dentro, por
las bulas mercantilistas y por los desaires de un armazón plutocrático duro de
roer.
II
Esta hostil ciudad no es mía
y nos agredimos mutuamente.
A veces la bastoneo yo, a veces ella.
La protesta callejera estítica
es el as del desplazado,
la banderola de los huevos podridos.
III
Esto de germinar y expirar siendo un atorrante de piel dura es todo un
chiste costumbrista ¿Sufriré con la consternación que viene marcada? Lo
preeminente es ahorrarse las lágrimas, las ilusiones, y hacer carne molida con
los nirvanas, con las probabilidades ¿Por qué variaría conmigo el estigma de
mis ancestros, el hambre de los lobos acorazados? De tanto esperar el éxito me
dormí, salpicado de desconsuelos remarcados.
IV
Ese niño de barrio pobre crece con las telenovelas de la mamá, con los
ceniceros del papá, con la lengua fondista de la mamá, con los improperios
descollantes del papá. El niño pobre posee inteligencia matemática, libros
serios no le va a comprar a la mamá, en el costo del regado asado piensa el
papá. El Estado de todo se debe preocupar. Dejar de tomar y bailotear por
educar no lo tolerarán.
V
Que distinguido te ves paseando por las calles más concurridas de la
villa.
No faltas ningún día, los vecinos deletrean bien tu sobrenombre,
el humo de tu cigarro es el balance de tu productividad.
Jamás usas corbata y las bebidas fermentadas te siguen a todos lados,
con una tozudez de manual.
04
Los pescados son míos y las cabezas de pescado de ustedes.
Las centurias de lobistas rugen por mí y la equimosis les pertenece.
El pescador artesanal pescará en la orilla de la playa con las manos
y el industrial con una pulpería vía satélite con los siete mares a su
favor, como su silo eviterno.
A los parlamentarios hay que masajearlos de a uno o en bloque.
05
I
Segundo a bordo, nunca un coronel con distinciones. Medio pollo crudo,
nunca uno entero y con papas salteadas con aceite nuevo. Suplente, nunca una
luminaria. Hombre orquesta, nunca un primer violín de etiqueta. Camión de la
basura arrendado, nunca un yate propio.
II
Ingresé a ese curso de capacitación porque otros no se matricularon.
Conseguí ese discreto empleo, porque otros lo rechazaron.
Logré casarme con ella, porque otros galanes declinaron.
Soy un segundón casi por elección divina.
Con la mediocridad otros no se matricularon.
06
El Estado es un mal gerente general, un incapacitado para esparcir
progreso y dividendos, pregonan los cardenales del capitalismo cafre que ven
empresas privadas derrumbarse y prevaricatos por doquier, para prevalecer. Los
pudientes requieren con avidez de un gobierno servil y de un Estado
ideológicamente ineficiente. La empresa multinacional que procede éticamente no
aparece ni en las novelas de ficción, ni en las figuraciones. En mi antifonario
el Estado es un pésimo amo.
07
I
En la barriada se ora al Señor para que nadie sea acuchillado.
En el hospital se ora a Dios para que el acuchillado no se desangre en
la sala.
En la jocunda funeraria prenden velas
para que no se corte el hilo de los desangrados.
Las plegarias y la fe en el Altísimo son el setenta por ciento del ítem
salud.
II
El menesteroso digiere su fallecimiento social en plena alameda, en la
cuajada homilía.
Los aburguesados por la magia demagógica no mueven una pieza del
tablero, por miedo a engrosar las filas de los denostados.
La comodidad aderezada es su fortaleza, las migajas de fin de mes su pan
sin un bouquet.
Cualquier rey le teme a una plebe bizarra con las metas claras.
08
Nació obrero por una herencia ineludible
y los pañales ya le vaticinaban su destino.
Nunca huroneó sobre la palabra alternativa,
sin logogrifos se redactó su mentado camino.
Por resolución exenta se le desautorizó ver
ese astro rey que ilumina mejores días.
Restringieron los sueños con campos minados,
coartaron con reciedumbre sus apetencias y las alegrías.
Enterró sus escurridizos anhelos en la mina,
también sus últimas y derrocadas sonrisas.
La inopia es su cofrade insobornable y confidente,
hoy fantasea con la irisación de sus cenizas.
Minero viejo, lleno de arrugas catalizadoras y desencantos;
estás pachucho, con melancolías arboladas y retirado.
La tumba vestida de negus se ve por el ventanal,
tu heredero consanguíneo, con fe, te ha reemplazado.
09
Construía fragatas de papel con las leyes laborales y tributarias y se
le hinchaban los maxilares con las intimidaciones y las diplopías.
En el chantaje era un nigromante, en la rapacidad un joyero y con tanta
chuecura le vino una neuralgia.
Superó todas las pruebas e iras del destino logrando atravesar a nado el
piélago, con una mano atada.
Avenidas llevan el nombre de este prohombre.
10
Por un decreto sin fuerza de ley, en cada poblado reside un loquito
protocolar que agencia comentarios pluriformes. No sería un ser humano en sí,
es más bien un confederado de la ruta turística de la comuna que la inaugura un
pino. El ido vuela sin aeródromos y ve en la postura social del primer
mandatario un fantasma que baila zapateo americano con pantuflas. A ese ápice
de paranoia estancado en ti no le permiten practicar saltos ornamentales, por
el mismo decreto. La locura es una pilastra de la luz y del florecimiento.
11
Habla cíclope glotón, abusa globalización acopiadora, que tu lacayo
transitorio llamado ciudadanía escucha y acatará hasta donde aguante el
elástico, amordazado por el coacción genial.
El poder global lo someterá todo, a todos.
La degradación moral será el mantel que cubra toda la mesa.
El opio será su emperador y la oscuridad la que mueva los hilos
centrípetos hasta que la justicia retorne resueltamente, en su corcel real.
12
Se enfermó el lázaro. Lo más seguro es limosnear y suplicar, y así la
ayuda vendría del más allá, porque por el socorro del más acá nadie se desvive.
Se enfermó el acomodado. En la clínica tiene nombre y florero su lugar,
porque los desabrimientos y dolencias siempre son más intensos en los
que poseen más.
13
Duerme apegado al suelo patrio
debajo de la rudimentaria noche.
Nadie arma un boche, nadie se baja del coche.
Cada uno se parapeta en su atrio.
No hay caso, él no se familiariza con el frío.
El plato lo embadurna con lo que puede.
Al cabecearse, el Estado posterga y no cede.
El porvenir de estos chavales es un vasto lío.
El arrapiezo le hace la guardia al señor Presidente
y a todos los judas que nos juramos cristianos.
Ser aquiescente con esta barbarie es ser infrahumano.
La criatura se repudre, la deuda sigue pendiente.
14
I
La banca nos prestó diez mil, el país le ha cancelado quince mil, el
suplicio no baja y todavía nos cobran. Descubrieron sulfurados, que aleteamos
aún. La banca internacional te destripa y al suicidio pausado le llama
renegociación. Los clientes adecuadamente ordeñados y faenados germinan
ascensos y el éxtasis existencial financiero en los monteros o decapitadores.
Con el empréstito nos dieron una mano, una inyección de ánimo, un fuertísimo y
berroqueño empujón.
II
Te presté mil con un apretón de manos, me debes mil quinientos a como de
lugar. No me has podido cancelar los tres mil: eres de mi propiedad, con la
venia del congreso. Te embargué lo que poseías, destruí tu imagen pública y tu
catadura y el tabernero te trata como a un paria. Ya no eres propiedad ni de la
nada misma.
III
La casa era mía, la recesión no. El profundo aprecio a mi techo no
conmovió al banquero, que ni pestañeó. Con la pignoración aboné a un caro
cáncer y humillándome, a una fracción de todo lo demás. Me atraparon entre la
hipoteca y la zarza, entre ser un reo o beber cloro con azúcar purgada. La puerta
me mira con los brazos entrecruzados y mi perro no le mueve la cola al
mohatrero. Me embargaron el pasado, soy un gallofero con piel de ser humano. Es
increíble como nos cambia la bancarrota.
15
Son pocos, y están identificados.
Los apellidos y los genes se repiten.
Su gloria retumba, su potestad duele.
Con un telefonazo descomponen el curso del viento,
con dos, el viento implora perdón por escrito.
El destino humano les consulta que vías vadear.
Caben todos cómodamente sentados en una araucaria.
Barajan el naipe y juegan solos,
con comodines, embelecos y pajaretes.
Su égida es este sistema político
confeccionado por el sastre de las familia.
El congreso es como el público del tenis,
mira de derecha a izquierda y de izquierda a derecha
mas nunca raquetea.
Si los examinas mucho y con contumacia
llaman con irritación a los uniformados,
dispuestos a morir por un ideal augusto.
La santa iglesia es un mayordomo y un amo más.
Cuando los amos se enfadan
la sangre de los traidores es lluvia.
16
Una orden de usted es un panegírico para mí,
mis deseos valen un hongo deshuesado en su persona.
Yo soy laborioso, obediente y leal con usted.
Patrón, usted no se lanzaría descalzo del cuarto piso por mí.
17
No hay millonarios contraventores:
que evadan impuestos, impertérritos;
que laven dinero usando cremas politológicas;
que ganen contratos que vuelan arriba de una escoba;
que hurten beneficios laborales sin que se les esfume la santa fe;
que estafen legalmente con bufetes de lino fino resplandeciente
o que ensangrienten las avenidas, y de esta forma cuidar la faltriquera.
El impoluto barrio alto es certificado de rectitud, aseguran sin
contrapelos todos los fallos de la corte. Ser un potentado y ser un malhechor
es una antinomia. Las clases populares nos surtirán de presos, de
inconsistencias. Sí, el ratero encumbrado da consejos prolijos y entrevistas en
la televisión.
18
Al desposeído no le basta un padrenuestro.
Hay que meterse, ensuciarse, votar, botarlos.
Comenzar de nuevo una y mil veces,
desde la fosa de las centurias,
hasta que la equidad debute en sociedad
con sus catálogos opíparos y ecualizados.
19
El individuo poderoso
mira y no ve,
ve
mas no siente nada,
siente algo
mas no le interesa,
le interesa,
pero que otros se preocupen.
Se preocupa y mucho,
de que no lo joroben.
20
Que ningún joven con talento se quede afuera de la universidad por un
emolumento carniseco. Matriculen al hijo del analfabeto, del campesino y a todo
pupilo capaz, de una carestía impía. Gracias a esta primorosa y vigente
directriz contemplamos a miles de asalariados brillantes y a miles de burgueses
tarados ascendiendo con ritmo. Vástagos deslumbrantes de madres desposeídas,
hijos abobados, encaramados por sus holgados padres. Trasplantando el cerebro
entre éstos se emperifollará la apetecida imparcialidad en las inscripciones
escolares de marzo.
21
El dragón y el dinosaurio se entremezclan asestando un nuevo golpe de
derecha, directo a la quijada. Encerrada en la letrina de la oficina la hormiga
se enardece, con un mitin conceptual. Algunas cucarachas se sientan a ver el
noticiero con una cáscara de banana como ley del trabajo y las otras abordan
sobre el piropeado pastizal la provocativa fusión legal de dos gigantes. En su
traslucida doctrina social las multinacionales hilan sin presura una nueva toma
de la bastilla con telas de antaño y la jungla no corea la marsellesa. El fuego
del dragón y el tonelaje del dinosaurio van varios pasos adelante en su
cruzada.
22
La mercadería se quedó adentro, ellos se quedaron afuera con una patada
en el trasero y un sobre azul que flota en el aire.
El empleador cumple con una triquiñuela más, con una egregia etapa más
en su venturosa carrera.
Ante el alegórico inspector del trabajo los asalariados mendigan las
sobras del naufragio de una empresa que ahora sí que es justa escuchando la
rabieta de todos los trabajadores, lanzados a la calle.
La quiebra turbia sensibilizó a la esposa del jefe por tres días.
La indemnización engalana sólo a la ley y el sobre azul propiamente tal
es una osamenta.
23
Aumenta la cifra de los presidiarios arrabaleros y la inversión pública
en pizarrones rigurosos es perforada por la amable sonrisa del chorreo.
Más policías, más balas, más balazos, más cólera.
Las agencias de empleos de las esquinas vespertinas dan oportunidades
laborales a los sobrevivientes, con oficios sombríos prometedores que dependen
de la vivacidad, la malevolencia y de la desidia.
Más zapatillas hediondas, más pornos, más pomadas,
más piscos de urgencia, más bebés como conejos,
más sodomías, más tatuajes y pelos largos, más golferías,
más publicidad que desprecia a los mirones sin coches,
más películas truculentas formativas e inspiradoras,
más iglesias con una caña de pescar oxidada,
más catecismos inciertos, menos calvinistas probos.
El hogar de menores es un nido de ratas.
24
I
Ahí están con todo su poder político en el velador.
Nosotros estiramos la mano con cristiano respeto
y a veces algo cae, como del firmamento.
No siempre son unos avinagrados.
Claro que hay que rogarles un poquito.
Ninguna migaja es gratis.
Nos hacen sentir con subterfugios y soflamas
que el país también es nuestro.
II
Cada cuatro años
los electores son esquilmados,
emprimados, timados.
Cada cuatro años
el electorado compra esperanzas,
mentiras recauchadas, cuernos, cuervos.
El conteo de votos es palpitante,
una broma con altura de miras,
una solemnidad aprobada por el faraón.
25
Ramón y Celia gatearon en el barrio.
Asistían y se perforaban en la escuela del barrio.
Él fumaba de todo en el semáforo del barrio.
Ella coqueteaba a gusto, por las pasarelas del barrio.
Ella balanceaba su hipnótica minifalda, en el barrio.
Ellos se besaron bajo la luna menguante del barrio.
Ellos se manoseaban horas y horas, en el barrio.
Él brindaba seguido, con los bacanes del barrio.
Ella quedó embarazada en su casa, del barrio.
Muchos fueron al bautizo del nuevo bebé del barrio.
Los biznietos de Celia se aviejaron, en el barrio.
26
Un molledo por aquí, un cuesco nutritivo por allá.
Un cogollo por aquí, una chuchería por allá.
Oh! que providente y desprendida es la aderezada esposa del hacendado,
quien postula a la dama de las migajas del año.
27
Aumentar los impuestos altera las reglas del juego, es poco serio, es la
malaria misma ¿De las reglas de cual juego me hablas? ¿las del tuyo o las del
que se para en la boletería barbón y con los puños apretados estorbando el paso
de los prósperos? Tú juegas y no pierdes nunca, ¿qué tonificante olimpiada es esa?
¿Dónde juegan? ¿quiénes no participan? ¿qué antojadizas pautas emplean?
¿Compiten lealmente o los manchones son la médula? Soslayar impuestos, las
encerronas, el camelo, contratar a una pandilla de abogados, la reata de
dólares y el cohecho endémico ¿no es refundir el señalado juego? ¿o la rapiña
es el juego mismo? Ustedes simulan pagar hasta el último peso y los electores
siguen a su gurú.
28
El treitón está cesante por falta de preparación.
Y si no se preparó adecuadamente
es porque el cupo de los preparadores
no se preparó para las multitudes ansiosas.
Los preparados que campeonean en las trifulcas
de la oferta y la demanda, son preparados a dedo
por el concesionario vitalicio de la varita mágica,
del lauro, de los paralogismos y los monomios.
La escuela pública apuesta por una podredumbre equitativa
y en los concertinos del competitivo mercado
los imprevistos son con entrada numerada
y los melones están todos calados.
29
La causa de los conservadores consiste es subrayar sus posiciones y
posesiones, difuminándose con cachet de los aprietos que estallan fuera de las
fincas.
Adoran meticulosamente a su dios, a un dios:
que sea servil con la oligarquía;
que satanice cualquier capullo rebelde;
que apruebe la matanza cuando el petitorio encolerice;
que sea infanzón y rococó;
que haga caer edificios sincronizadamente;
que cubra con su mano de amor al fortín linajudo;
que posea un clero diluido y accesible;
que finja sensibilidad en el reportaje;
que patrocine a los apernados
y que no detone frente a la miseria.
Gloria a ese dios cuasi poderoso.
Nunca le faltan los motes punzantes a los que defienden a los marginados
mostrando los dientes, encarando al expreso dios cobarde y acoquinado de cada
religión y generación, con su corte de arcángeles polvorillas forrados en oro.
El compañerismo, la conmiseración y la igualdad son excluidas con
convencimiento y coraje: afectan el lucro, al generalato y la francachela. La
casi segura no entrada de un rico al santo cielo es un tema resuelto por el
evangelio de Jesús ¿Cuántos sermones callan esto? Fondeen la Palabra y el
camello.
30
El mercado crea portentosas riquezas y asigna las sobras sin rudezas,
con los primorosos diputados como referí.
Cuando se durmió en el paular, el Estado socorrió a la banca en un
santiamén, apegándose a la torá.
El pleno de los desplazados no se fía de los longánimos legisladores ni
de esta torá, ciega de un ojo.
31
En el neoliberalismo los ungidos comienzan su andar con varios millones,
una herencia magna, un postgrado, la dentadura enderezada y un seguro para los
días nublados y las corizas. Otros parten su portentoso peregrinaje con las
patas y el buche, e influenzas. Es tal la ventaja de los fornidos primeros corredores,
que los pelagatos ni intuyen que participan libre y espontáneamente en una
decatlón por el éxito, “en donde todo es sana competencia”, como reza el
mantra. La gran riqueza se distribuye según el antojo de los acaparadores que
compraron sin una licitación a los jueces, a los entrenadores, la pista y al
químico. El efecto rebalse es un torero narcotizador y tramoyista. Los ungidos
son condecorados y niquelados en el vientre, con una vocación inexpugnable e
infamante.
32
Una tarjeta de asistencia resume la jornada, el decenio.
La liquidación de sueldo electrónica es una copia fiel de las últimas y
próximas cien, que no se apuran.
El reloj control es el latido de mi corazón.
El último minuto es algo asfixiante.
La salida de la oficina es un champagne recién destapado.
Se corta el internet y no valemos nada.
Nadie se comunica con nadie y todo bien.
El sindicato no permite tanta eficiencia y los grandes jefes son
tentáculos de la exclusiva confianza de la casa de gobierno, que aprovecharán
con astucia todo lo que puedan pagarle bajo cuerda a los proveedores y
asesores, de esa repartición fiscal.
Los militantes del partido y hasta hace poco seres huérfanos por habitar
en la oposición, desfilan con un terno por el despacho de la autoridad a cobrar
todo lo que el cruel destino les expropió, gambeteando a los fiscales con
saltos acrobáticos.
Una adiposa boleta de honorarios a un cuñado suma más de cien sueldos,
porque con los ahorros de la patria se fortifican el partido político, la
sublime ideología y los ítems de las próximas contiendas.
Esquilman con discursos sentidos y sin traspiés gramaticales.
La caridad empieza por casa y de ahí no sale.
33
En este impersonal emporio yo despersonalizo al prójimo,
lo desvaloro, en provecho del pgb.
Cuando bregaba por una mejor paga para el astroso,
en aquellos tiempos,
ignoraba tontamente el regio significado de ser un accionista
mayoritario.
34
I
Al que pueden abofetear, lo taladran. Al que pueden balear, lo fulminan.
Es que el negocio de la salud privada no difiere del de las armas de guerra. En
los sustanciosos dividendos de cada 31 de diciembre, en la tremolina que arman
con cada apelación, en las roqueñas cobranzas a los deudores y en los
bandoleros que atosigan a los morosos, acaba la conmiseración que nunca fue, ni
siquiera en los estertores del timado.
Cliente ideal: joven, sano, platudo y timorato.
Cliente satánico: viejo, pobre, enfermizo y hocicón.
A todos los criban con seis páginas coaguladas y enigmáticas y el abrazo
del oso es la bienllegada y amenaza iniciática. Que no se te ocurra enfermarte
grave y extensamente. Si los empalas, soltarían la calderilla.
II
Todo lo que economicé
se quedó quieto en la clínica.
La intimidante factura es más abrumadora
que la enfermedad.
Todo lo que recaudé
caerá en parapentes al bufete de la clínica.
La deuda sin aire acondicionado es más gravosa
que la enfermedad.
Con todo lo que ya no poseo
cumpliré con la temeraria receta de la clínica.
El costo del intratable antitóxico es más irritante
que la enfermedad.
35
El labrador planta la semilla, la riega, la mima, lo cosecha todo,
embala y carga. Con unas simbólicas monedas lo recompensan, y los rencillosos
no cotillearán. Las manzanas a muy buen precio se vendieron y al labrador le
esconden el importe, los dividendos. Depositarle la gratificación con nada
combina. Sin esta mula, la macroeconomía y la siutiquería se devastan.
36
I
La camioneta del escurridizo especialista
se estacionó con desdén en el populoso hospital.
La junta de vecinos inauguró un bullanguero carnaval.
En este sector prevalece la vara del alquimista.
Faltan camas y medicamentos replica el especialista.
Es clara la política de austeridad en el hospital.
Bajaron a cero el volumen de la música del carnaval.
Este es un latifundio del medicastro y los tarotistas.
II
La salud pública se alcanza cruzando ríos y pantanos con cocodrilos. Se
divisa, con un buen reflector y una rogativa. Muchos corren hacia ella, pocos
la atrapan, y fraccionadamente. La sala de espera es un estadio de fútbol y es
más fácil ver a un submarino naranjo que a un experto atendiendo menesterosos.
La señorita del mesón es un endriago, la ambulancia usa anteojeras, la farmacia
es una desnutrida perseverante y el director va tras un ascenso político con
una alocución que no lo ruborizó.
37
Hurgando en el tarro de la basura extraería el chusco de cada madrugada,
un consuelo, una casetera o un cheque en blanco.
No halla ni una sandía ni un lenitivo, a lo más una patata podrida y la
rabia pulida de ese orto.
Su consecuente subsistencia a veces se encoge, mas no varía.
38
I
Pulga naciste y así te desalojarán, la genética es certera. Con una
demanda de fuste y una jubilación de dalit, la naturaleza es indubitable. Se
una pulga sumisa y gánate las nubes de algodón, ocupando con santidad ese
indigno lugar con que el Señor te favoreció, y no encocores a la punta de la
pirámide con tu hidrofobia laqueada.
II
El de clase media baja es aquel que se viste bien en el trabajo, por el
salario de un proletario. Algunos se acicalan como gerentes, por el estipendio
de un pelafustán. Caminan con la apariencia del burgués, siempre limpios, por
una sucia retribución.
39
En sus esquinas se paran los jóvenes planificadores. Son improvisadas
canchas de tenis, de fútbol y las tablas naturales del encuentro artístico. La
raya del medio divide la emoción y los bandos. Los pobres se habituaron a
acomodarse en las calles y callejones de la barriada.
Son el escenario de los cantantes populares, el punto de predicación de
los evangelizadores, el centro de los comentarios actualizados. Se aceptan todo
tipo de proclamaciones y empanadas en las calles y callejones de la barriada.
Descansan plácidos los vagabundos y los perros, en la noche fabrican
ovejas negras y hot-dogs. Han visto tiesos en el suelo a mil macanudos, son la
columna vertebral de los eventos y las frustraciones, y han galardonado a
campeones de rocanrol y de salsa: las calles y callejones de la barriada.
Son de tierra, de alquitrán, de gravilla o de cemento con y sin señales
de tránsito. Por cariño y respeto no se desprecia ninguna. Ven crecer a los
niños y engordar a las señoras: las calles y callejones de la barriada.
Algunos futbolistas usan zapatillas de oferta, otros usan los zapatos
que el Creador les regaló. Los partidos sin árbitro son palpitantes y reñidos.
Han parido tantos romances y jaleos de faldas: las calles y callejones de la
barriada.
Cuando el alcalde inaugura una plaza moderna o un gimnasio techado, se
ponen celosas. Muchas envejecen con talegos de melancolía. Los perdedores le
rinden un espontáneo homenaje a las calles y callejones de la barriada.
40
Que el planeta permanezca en manos de quinientos apellidos o entidades
es un crimen en sí. Peleemos en contra del anticristo ahora, en contra de los
que se apoderaron de toda la torta y las bendiciones del Señor. El aceptar
migajas con alegría y agradecimiento es una postura aberrante, condenada desde
ya por el derecho y la justicia divinas. El poder en unos pocos es un círculo
vicioso que romperemos orando al Padre de pie, marchando engalabernados y
denunciando los actos fementidos. El abusivo faraón no compone la voluntad de
Dios en el Nuevo Testamento, en las huellas del Carpintero. Tanta desigualdad
humilla al sentido común, la fe. La legítima propiedad privada es usada de
pulpo deleznable. El monarca es un soberano ridículo, mas vive y solfea.
41
Con impavidez de espíritu,
el hambre agasajó a los muchachos y madres de este sitio.
Trajo presentes y rosas a todos los que tocó con su fantástica pértiga.
Con su buena estampa y corpulencia es persuasivo como el garrote.
Te voltea con sólo olfatearte.
Se pasea magnánimamente por la arboleda y nadie le da un escopetazo.
Al que inventó el hambre lo premiaron con riquezas.
42
Yo gobierno bajo la protección del Todopoderoso.
Mis principios son los más sublimes, nuestra fe en el Redentor es
eterna.
La parroquia me respalda, reza por mí,
y de vez en cuando me siento como el rey David,
tomando las decisiones políticas más inspiradas.
El contestatario es un fracasado,
al que no lo mueven los mandamientos del monte.
Yo también rezo mucho por ese esclavo
que cuando me insulta con todo su corazón no sabe lo que hace.
43
Caminar por los pasajes del barrio de mi juventud y alimentarme de la
melancolía. Las bancas roídas como yo, la vieja casa con otros moradores. Me
detengo en el pasaje después de treinta años y sólo me reconoce a medias el
palo de poste. En medio de la plaza rediseñábamos el planeta, hacíamos cambios
enjabonadores en el gabinete del gobierno, canonizábamos el concilio ecuménico
de Woodstock, le dábamos de comer algo al perro piojento, elegíamos un posgrado
en el extranjero, suplicábamos por una cerveza a bajo precio. Nos reíamos de
los maceteros feos, de los decorados, de la tos, de las arrugas y de las
delimitaciones humanas. Íbamos a ser un ponedero de proezas y distintivos.
Éramos la nueva generación que vería sin espasmos a las nuevas declinaciones
portando sus nuevas revelaciones. Caminar por las calles de ese barrio es
hundirse en una película de bajo presupuesto que se fue, junto con su reparto,
a su certeneja sempiterna.
44
No sé qué elucubrar con el tanto dinero de mi papá. En la televisión
juego a ser rebelde: me río de la incoherencia humana con mi pelo endosatario y
malmandado. Me convertí en un artista de repente, en menos de una hora, gracias
al empalago. No ridiculizo a los pudientes y a los necesitados no los filmo. El
libreto es rígido en la improvisación. Poseo un espíritu alborotado y
refractario que no le desinflará el neumático al sultán, porque mi adinerado
padre y mecenas se acaloraría.
45
El FMI es el instrumento, el látigo que reciben los pobres,
es el exterminador de los residuos de soberanía.
La reserva fraccional los hace más jubilosos
y ya no necesitan oro como sustento, en la bóveda.
El dinero real ya casi no existe y puede prestar dinero falso o virtual
ilimitadamente hasta que la bolsa reviente y nos pudramos todos.
La masonería bancaria controla los hilos del universo.
El colapso mundial está siendo fríamente concebido.
¿Y si el banco central le presta el dinero directamente al consumidor?
Los ladrones de cuello y corbata no se doblegan.
El congresal es una odalisca de las multinacionales.
Los paraísos fiscales esperan al pecador que busca serenidad
y el secreto bancario continúa siendo una delicia
y el líder corrupto y amoroso va a ser reelecto
y el automóvil sin gasolina o híbrido es una herejía, por ahora.
46
La selva amazónica se empequeñece,
la piscina del depredador se rebalsa de dinero.
El billete verde extermina al pulmón verde.
El globo se va a un respirador artificial.
Vemos como el ser se muere de tanto fumar.
47
El predicador me sugirió paciencia,
los otros muertos de hambre una balacera.
Lo saquean todo, hasta el último gramo.
El exterior calla, mi interior estalla.
Si le disparo al invasor soy vil,
si él me ametralla es porque soy vil,
si consiento que depreden todo soy vil,
si actúo como un palitroque soy vil.
48
La propiedad privada no es un robo. Si los ciudadanos pretenden ser los
propietarios de todos los recursos naturales estratégicos del país, como la
minería, en ese preciso momento se convierten en unos ladrones sin patria y sin
credo. Ese campesino mal pagado es de mi propiedad. Yo me enriquezco porque él
se rompe el lomo con el impío anhelo de poseer un salario en que no lo mate el
estómago vacío ni el miedo. Cumplió treinta años laborando sumisamente y su
pensión es una novela de terror que se acerca a la imprenta socarrona.
49
Juan XXIII, el papa bueno, firmó la “Crimine Solicitacionis” con el
propósito de cobijar apostólicamente a los sacerdotes pedófilos y a los
degenerados en general de los periodistas insidiosos y de los jueces que luchan
infatigablemente por destripar al Vaticano, obligándolo a pagar tormentosas
indemnizaciones por las violaciones innumerables a los menores de edad y otros
coqueteos singulares e innombrables. El prestigio de la defenestrada Madre
Iglesia está sobre todo desliz o resbalón clerical. Los obispos del orbe claman
a María para que los abusos a los inocentes no sean denunciados con bombos y
platillos en los tribunales civiles. Ningún secretillo se fugará del confesionario,
sería el caos eclesiástico, la quiebra global. Pagan miles de millones y no se
empobrecen ni en una pizca.
50
El gobierno títere oprime, la policía reprime, el pueblo se deprime, la
angustia exprime.
Soy un país tan mísero como pudiente es la nación que es mi amo.
Con cargueros me sustraen todo, por mi sobrevivencia no reclamo.
Resido en la orilla casi cayéndome y mi patrón en el rutilante
epicentro.
En la periferia cada podrición es una gota de esas precipitaciones que
no cesan.
En la médula de la bonanza abundan la paz, el patriotismo, el
devocionario, la seguridad y las vacaciones a otros continentes.
51
Gastan millones de dólares, marchan miles y miles de personas, por
salvar al osezno. A las millones de criaturas condenadas dentro del vientre de
las mujeres las dejan morir como a conejos con lepra. Es que el homicidio de este
no nacido es un acto humano que nace del solemne respeto a los derechos
humanos. Si asesinan al bebé recién nacido se asquean, que sería algo así como
un aborto posparto. El bebé que no se ve es liquidable.
52
Mediante la carencia sobreabundante se rebelaron ante el hierático Luis
XVI.
Drogadictos, se opusieron a Vietnam, al Pentágono y sus facinerosos,
cantando rock con esa observancia hippie.
Las penurias en el sitio adecuado sacuden los cimientos de la historia.
El aplastado, en su hora más santa, desborda todos los ríos y la cordura
es una heterodoxa, y hasta él mismo se asusta, se aleona.
Los circunspectos son doctores sacramentados y un pueblo con la barriga
repleta no se altera ni con la muerte de un reo liberiano.
Las interpretaciones corpulentas y eminentes comienzan con tripas
bullangueras y alucinadas, con los azotes brutales de la tasa de interés.
53
Ante Pavelic, el Adolfo Hitler de Croacia, se cansó de tomarse
fotografías con obispos, sacerdotes y monjas. Este tirano papista fue el único
capaz de empalidecer y superar en crueldad a la Gestapo alemana, en varias
oportunidades. Se entrevistó con el Romano Pontífice, cardenales y obispos.
Este sangriento dictador croata nazi recibió el apoyo y plegarias del clero
católico, hasta el punto de que sacerdotes se convirtieron en fratricidas píos
de ortodoxos y serbios, con la venia sutil de la Santa Sede. Es que en esa
época el vicario de Cristo y los obispos croatas no practicaban el ecumenismo
con la iglesia católica ortodoxa. Preferían remitirlos al purgatorio por la vía
rápida. Para el arzobispo no existía diferencia entre una hostia y un máuser.
Al enemigo se le combate sin escrúpulos. En el campo de concentración de
Jasenovac, los niños eran entregados a Francisco de Asís, antes de morir de
inanición. Ante Pavelic está entre los genocidas más ilustres e inspirados de
la fe católica romana. Fue el más propagado. Es un icono papal.
54
El otro milenio inventé a un dios que asusta y los somete a todos,
y que me hace escalar socialmente.
Yo soy el vicepresidente de ese dios,
su confidente, su garganta y parte cardinal de su plan.
Todos los peatones me felicitan por mi ingenio.
Controlo políticamente a docenas de países.
Soy un abusador a piacere, un proclamado del sol.
Este dios me habla a mí nomás y sólo yo giro sus cheques.
55
Me cansé de encubrir a pederastas y coquetos,
de ser un negrero a tiempo completo,
de lavar dinero y activos,
de tanta sangre y crímenes,
de tanto homosexualismo y paganismo fino,
de la superficialidad, masones y padrinos.
Lo quiero gritar todo,
confesarme ante el rebaño,
vomitar todas las fechorías.
Me aburrí de tantas riquezas y propiedades,
de eludir impuestos y el decálogo cierto,
de perseguir a mis enemigos y al prójimo,
de abusar de las monjas y desvalidos,
de despreciar a las mujeres y herejes,
de copular con ira detrás de la puerta.
No robaremos ni envenenaremos más.
El micrófono del balcón blanco
es ahora mi confesionario,
de una sede que jamás ha sido santa.
56
Con valor y osadía insólitos el rey de España asesinaba elefantes
serenos sin consultarles la edad o su proyecto de vida. Algunos eran el pilar
económico y filosófico de la familia, otros, unos eruditos despeinados, y
todos, miembros laboriosos y sensatos de la manada. Todos lloraron a moco
tendido en el funeral, y la desconsolada viuda le besaba los colmillos. El ocio
y la enajenación corrompen aún más a la inflada aristocracia y a algunos
adinerados que aspiran a participar de la desidia encumbrada de los poderosos.
Los parásitos de alcurnia son la primera lacra. Con esta manga de sádicos
experimentados ser un elefante o un oso es una calamidad estática. Para los
cazadores, repletos de sorpresas sucias, las aflicciones de los peatones son
una alegoría ¿Cuál era el nombre del ejecutado sin piedad? La WWF pretende
un juicio justo. Una elefanta le da de mamar a su hijo esperando con una fe
sincera en el Creador que su cónyuge se muera de viejo. La fotografía del
elefante baleado impunemente detrás de un satisfecho monarca es un componente
más de la historia de los vilipendiados, que se repite siempre, una y otra vez.
Ahora sé porque elefantes y osos y otros asociados corren como un guepardo
cuando ven a un juancarlista, a un ocioso. Son más sabios que sus depredadores
¿Cuántas escopetas posee Su Majestad? ¿qué cazas si ya no puedes cazar
africanos o ingenuos? Continúa siendo un monarca indigente. No olvidemos el
peso de los caídos.
57
La gran propiedad nos parcela, nos ordena.
Poseer negros, vasallos legales, acciones o bancos,
es la categoría mayor, el glamour.
La propiedad da los escalafones, el pelaje,
la amistad con el alto clero y el canciller.
El uno por ciento es dueño de todo y los demás miran con enormes
binoculares el vacío, con la venia de los apóstoles de los ritos, con
indagaciones de linóleo y los zapatos brillosos.
El delincuente roba migajas y todos se horripilan,
el banquero degüella a la ciudad y pocos refunfuñan.
Desvalijan el mar y la selva de cemento.
Ningún honesto se transforma en un multimillonario.
¿Asaltar un banco es un acto de fe?
Robar con estilo y de frac es un arte universal.
La gran propiedad te da pergaminos, un aura.
El lujo sacramentado también es una burla franca.
La codicia molerá al neoliberalismo.
Los hombres más distinguidos son grandes terratenientes
con un apellido que brilla y con un pasado oscuro.
Del amor a lo ajeno nacen las grandes fortunas.
El neoliberalismo se comerá a sí mismo.
El nuevo esclavo se llama consumidor,
y se ríe, y se hiende con su tarjeta de plástico.
La esquilmada oveja sabe quien es su señor
y que los alambres son los muros de su morada.
Las ovejas y los burros no se rebelan
y escuchan absortos los discursos del éxito.
Su retoño, que es un perfecto inepto, lo heredará todo,
lanzándose pedos en toda la mansión.
¿Cuáles son las propiedades de la gran propiedad?
La ruta del esclavo te lleva a la ventanilla
de alguna institución bancaria de prestigio.
58
El modelo político no es un buen samaritano, tampoco multiplica los
panes y los peces y sólo pretende pasar por el ojo de una aguja una caravana de
dromedarios robustos y dominadores.
Ninguno logra pasar, mas ellos trucan las imágenes, y te quieren
convencer descaradamente que el ojo de una aguja es más grande que el arco
del triunfo francés.
59
La monarquía era absoluta, la desidia era total. Por mandato divino los
podía matar a todos de inanición. La aristocracia eran unos parásitos, como el
clero. El Romano Pontífice bautizó a occidente con torrentes de sangre, de
paganismo manufacturado y de sexo en vivo. Luis XIV vive y reina por los siglos
de los siglos.
60
El voto de pobreza o austeridad del Vaticano es discutible.
Con tanto oro, triangulaciones de dólares e inmuebles,
he pensado que se alejaron del espíritu del pesebre.
Tanto esplendor y pompa ofenden a la sangre preciosa.
Poseen inversiones en tantas corporaciones multimillonarias
que no existe la calculadora que las cuantifique.
Han pagado trillones de centavos en indemnizaciones con la caja chica,
sin revolverse.
Incrementar con avaricia las riquezas y los sumisos
es la meta de la Santa Sede.
61
El colonialismo confecciona terroristas por contenedores.
Las invasiones y saqueos promueven la santa furia
y la violencia extrema del pisoteado.
El petróleo y los diamantes y lo demás son míos.
No me fastidies y vivarás, muy pobre.
La resistencia de los atropellados es feroz
y ellos no cederán parte del botín.
Con mitos mediáticos, roban en beatífica paz.
Si la tercera guerra mundial es una buena inversión,
me compraré un casco antimisiles.
62
I
Rockefeller, Morgan, Rotschild y sus socios, elaboran en el patio de su
mansión el dinero yanqui, y le cobran intereses despiadados a la Casablanca, y
la resignada casa de gobierno cancela la usura con puntualidad con los gravosos
impuestos de los peatones y empresarios.
La Reserva Federal secuestró a USA sin una pistola, con la
colaboración de Wilson, entre gallos y medianoche.
El dólar es la moneda que respalda la economía global.
El saludable respaldo en oro hoy ya no es necesario.
La Reserva se volvió loca fabricando billetes,
anegando el planeta de dólares, sin un respaldo en el precioso metal.
A mi saldo electrónico bancario lo ampara el humo gris.
El dinero ficticio sustenta al sistema financiero y el desastre que se
viene generará una costosa guerra, porque las guerras son el mejor negocio para
la banca, y la logia bancaria es el patrono de este roñoso mundo.
Las tarjetas de crédito ya no flotarán en el aire.
La deuda de USA saldrá a la luz y el dólar valdrá casi nada
¿Son Hollywood y la pantalla pérfidas envenenadoras del jefe,
lavadoras de cerebros?
Si compro todos los bienes del planeta, todavía sobra mucho dinero.
Si destruyo el planeta, todavía sobran muchos polvorines.
Una lucha cara en contra de los extraterrestres ayudaría.
¿A cuántos periódicos no ha subyugado el soberano?
El adinerado anticristo ya nos gobierna, mediante la banca, las
multinacionales, el clero y los políticos condescendientes.
II
En el cartel bancario los padrinos se protegen entre sí.
No les gusta la competitividad honesta,
tampoco las fiscalizaciones imprudentes del Estado.
Esta mafia administra al globo
y los gobernantes son los mayordomos más leales.
Su proceder es oscuro como belcebú, su dios natural y amado.
III
Si la tasa de interés es alta le presto dinero a los buenos pagadores, y
si es baja o de casi cero le presto dinero a malos pagadores y después vendo la
deuda en paquetes por los cinco continentes predicando de la globalización con
los ojos desorbitados. Si llueve o truena, siempre gano, y mucho. Los borregos
no se van a sublevar ni con una hambruna. El 0,0001% es dueño de todo.
63
Los judíos genuinos se someten a la Torah y esperan con paciencia
milenaria al Mesías. Los sionistas se someten a una ambición desmedida y
aspiran a ser los gerentes en la administración del globo. El sionismo es
enemigo: de la religiosidad virtuosa; de la paz; de la democracia y la
transparencia; de los derechos elementales del otro; de cualquier manifestación
de justicia. El sionista tira a matar mediante balas, la banca y la
manipulación política, y utiliza a Dios como una imagen de mercadeo. Sólo van
tras la corona, inescrupulosamente, sagradamente. El judío decente no es
sionista.
64
La historia se ha sentado sobre un segundón como yo.
Las condecoraciones se me arrancan y me comporto igual con todos,
no relegando ninguna senda o ideal, a ningún canalla o genial.
Mi respaldo y brazos extendidos han entretejido a un mundo entero
con un tiento y mudez inmejorables.
En algunas peroratas y meollos he sido tan inapreciable como el
expositor.
Los traseros de billones han sido mi mentor.
65
Todas las chiquillas muestran los pezones
y caminan sin extraviarse, hacia el monarca.
Él las acosa siempre con prebendas y centavos.
Lo importante es no perder los placeres de la diputación.
Se depilan y se acicalan con ese erotismo vedado,
luego estiran la mano sin cerrar los ojos.
Las de trasero bien equipado tienen más posibilidades.
Ser parlamentario es venderse al amor.
66
Judas era un revolucionario tozudo e igual el Jesús omnisciente lo
llamó. No toleraba someterse al imperio romano y jamás fue expulsado por sus
utopías. El Señor lo llamó tal como era. Al final, no soportó traicionar al
Maestro y se mató, y se condenó. Judas erigía un modelo político desde afuera,
no desde un corazón redimido por la sangre preciosa, como el primer gran paso.
67
El sitio donde bebo leche materna es determinante,
las calles que me cobijan marcan rutas,
la escuela a la que asisto me estratifica,
la renta de mi familia es la que me ubica en el ranking,
las influencias me ubican en el lugar que me corresponde.
68
La cultura del anticristo se prepara con talento y con el paganismo, el
desenfreno, la codicia, la tortura y la irreverencia como contrafuertes.
Jesús ha desaparecido de toda primera plana.
Esta dictadura universal superará todos los pesares.
La religiosidad barata se subordina a la mundanalidad.
Los predicadores fieros de Cristo, la homilía en la calle son el pasado
vergonzoso.
Los escépticos, tarotistas, relativistas, doctos y lesbianas ya son
semidioses.
Casi todos se ríen de esta profecía, con un alborozo sin ronzales.
69
Hoy no los
humillaré, respetaré la integridad de los bellacos.
Por una gota de
piedad mi estricto gobierno no sucumbirá.
Los autorizaré a
disentir, a transitar con carteles.
No censuraré a los
comediantes,
a los periodistas
que no se pervierten.
70
Como candidato a
diputado entrego mi sonrisa, un panfleto paradisiaco, un domicilio, un correo
electrónico cualquiera, una esperanza en código cifrado, un sendero de aire
espumoso y muchísimo cariño. Como diputado en ejercicio me subordino a la
rocosa y tétrica realidad, mi instinto de sobrevivencia se desarrolla con
maestría, aprovecho bien las oportunidades del agreste empleo, me convierto en
un paje reverente del jefe y me preparo para el siguiente acto de magia.
71
Unos pocos
batallan por dominar, otros se aperan en el sendero de la igualdad.
Los primeros
tienen a la banca como su armada invencible, los segundos suman al que quiera
colaborar.
La batalla de los
milenios siempre es desigual.
El megabanquero es
una deidad.
72
La madre iglesia
brilla
por el oro que
posee,
Se inspira,
desde el oro que
posee.
Acumular tanta
riqueza obscena es un carisma,
una obscenidad.
73
El FED es mío,
los republicanos y
demócratas son míos,
la televisión es
mía,
los videos son
míos,
los opositores son
míos,
la prensa es mía,
los tres poderes
son míos,
la educación es
mía,
el cine es mío,
el servicio de
inteligencia es mío,
el circo es mío,
las grandes
corporaciones son mías,
las materias
primas son mías,
el pentágono y
todo lo demás es mío.
Si me amonestas te
acusaré de inmediato de travesti,
de nazi, de
comunista, de terrorista o traidor.
Todo lo visible es
mío,
y una fracción de
lo invisible también.
De la antología “Las sotanas de Satán”
JAIME
FARIÑA MORALES
ARICA-CHILE
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