Por el nivel de su deshonestidad a la Madre Iglesia le desagrada profundamente pagar impuestos. Si no reciben exenciones y privilegios de todo tipo no sobreviven. Desangrar al Estado de todas las formas posibles es su especialidad. Eso de que todos somos iguales ante la ley es una grandísima herejía e idiotez. Con todos los sacros servicios que ha prestado la Iglesia a España y los obligan a pagar. Que el Estado recupere la sensatez. Es verdad, los curas tienen más de cien mil propiedades en la península, pero cada latifundio e inmueble se compró con honradez y mucho esfuerzo, sin trucos notariales o fechorías políticas. Las irregularidades fiscales astutas son el pan de cada día. El impuesto a los inmuebles con fines de lucro o IBI es una blasfemia más ¿Cómo el reino de Dios va a pagar impuestos como todos, en esta inmunda tierra? ¿Qué sería de España sin la codicia eclesiástica?
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
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