Cuando niños éramos casi todos pobres y comíamos alimentos sanos como frutas, verduras, legumbres y otros. Esa era la subsistencia nacional. Chile tenía en algunos sectores serios problemas de desnutrición. Y la economía creció notablemente y hoy el inconveniente grave es la obesidad. Los locales de comida chatarra eran tan populares que me fue imposible excluir a mis tres hijas. Estaba atrapado. El no ir significaría alguna frustración. Al ver a mis hijas tragar con tanta dicha me recordaba una infancia que yo no tuve. Se terminaron las privaciones. Todas las semanas merendaban papas fritas, pollos, hamburguesas, galletas y cuanta comida basura concurría, alegres. Se encontraban o se reunían con sus compañeros de colegio en estos publicitados expendios de comida chatarra. El precio de esta porquería es barato, y sabroso. Es ya una costumbre ineludible comprarles. Somos vasallos. Es recomendable no averiguar cuales son las materias primas de esta comida grasienta y dañina. No es necesario sufrir más. Mis tres hijas adolescentes están obesas y pienso seriamente que van a morir solteras o que van a terminar siendo feministas fervorosas. Miro con detención hacia atrás y obviamente soy el culpable número uno por mi falta de carácter. Las destruí. Consumen esas hamburguesas y pollos desde los cuatro años de edad. Doce años o más digiriendo tanta asquerosidad trae consecuencias irreversibles. No quise ver. Fui cobarde. Ponerme a llorar no me sirve de nada. Culpar a la televisión, a la publicidad masiva no sirve de nada. Dios tampoco posee responsabilidad alguna. Por su sobrepeso y bullying mi hija mayor visita semanalmente a una sicóloga. Los galanes no se fijan en mis hijas. Me advirtieron de los futuros problemas de salud. Mi esposa y yo ya tomamos algunas pastillas. Ese es otro negocio sucio. El Ministerio de Salud dice que no tiene por que hacerse responsable de que tanto imbécil coma inmundicias o de que beba en exceso. La información de lo que se vende está disponible. Actuar civilizadamente depende de cada uno. Volví a comer frutas y verduras y practico yoga, como tratando de restaurar algo, el tiempo que arrojé literalmente a la basura. Mi familia desperdició su vida entera enclaustrada en los prestigiosos templos internacionales de comida basura. La bazofia aún es un hit.
Los libros y material del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN de una sola vez. Una crítica volcánica al pensamiento y religiosidad lúgubres. No salte por los aires de ira, antes de tiempo. Del escritor chileno JAIME FARIÑA MORALES, extraviado en los recovecos de esa disyuntiva que algo siembra. Es mi manifiesto fundamental....El índice está al final de la hoja
sábado, 15 de abril de 2017
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
LAS SOTANAS DE SATÁN...
-
►
2015
(80)
- ► septiembre (5)
-
▼
2017
(48)
-
▼
abril
(11)
- EL ROCKERO INVENCIBLE- MICROCUENTOS SON
- GESTIONANDO UN CUPO EN EL MÁS ALLÁ - MICROCUENTOS SON
- EL BRINDIS QUE JAMÁS DESCANSA - BURDEL BLANCO
- EL TREN MÁGICO - MICROCUENTOS SON
- OTRO ÁNGULO DE LA FE - MICROCUENTOS SON
- LA FERTILIDAD DEL MÉTODO DEL RITMO - BURDEL BLANCO
- CREO QUE ES EL AMOR DE MI VIDA - MICROCUENTOS SON
- FUE UNA IDEA DE LOS BANQUEROS - BURDEL BLANCO
- UN PROBLEMA DE PESO - RELATO ERIZADO
- EL FEUDO DEL TONTO - RELATO ERIZADO
- EL SUICIDIO - BURDEL BLANCO
-
▼
abril
(11)
-
►
2022
(91)
- ► septiembre (24)
-
►
2023
(143)
- ► septiembre (7)
Datos personales
- Jaime Fariña Morales
- La antología de blogs LAS SOTANAS DE SATÁN es una querella eléctrica a las imágenes impías teológicas, políticas, filosóficas y culturales que habitan en la mente, en el alma y en la realidad, y que nos adhieren a la desdicha, al desencanto y a los equívocos férreos. JEFM. eliconoclasta63@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario