Los hombres
son hombres y las mujeres son mujeres. La biología lo ha gritado así desde el
comienzo. Machos y hembras son física, sicológica y emocionalmente diferentes. Procuran
canonizar el homosexualiamo y degradar la sexualidad normal, reprogramando y
prostituyendo a los niños en la escuela y predicando con arrebato en cada oportunidad.
Son distintos porque nacieron así y la cultura actúa en consecuencia, siguiendo
el curso del río. Que el uno es el complemento natural del otro es evidente. Codician
exterminar el maravilloso y divino mundo de lo femenino y lo masculino. En vez
de ensalzar la femineidad en una niña, luchan por pulverizarla, fabricando
híbridos intrincados, enfrentándose con una necedad de hierro a la naturaleza
misma, a la creación. En el amor de una pareja las desigualdades son una
bendición no un problema. Los totalitaristas se enfadan con vehemencia con
aquello que le agujerea el credo. Al depravado le molesta todo lo que sea
normal. Ya no existirá más adelante el fútbol femenino o masculino, sólo existirá
el fútbol humano o mixto. Generarán líos de identidad de tal magnitud, que la
depresión aguda va a ser infinita. Un hombre y una mujer valen lo mismo, mas no
son lo mismo, por mucho que se esmeren en corromperlo todo. Para ellos la
igualdad es un dogma de fe, que invita a la persecución, sutil por ahora. En Noruega,
el país más “igualitario”, los ingenieros son hombres en más de un 80% y las
mujeres son enfermeras en más de un 80%, y la explicación es tan sencilla que
hasta los liberales honestos la entienden. En Europa y en el mundo entero los
hombres y mujeres tienen intereses diferentes porque lo son. Que gran
descubrimiento. Lo correcto es que el hombre desarrolle su masculinidad al
máximo, porque es un componente de su felicidad y desarrollo. Lo mismo con las
damas. El hombre jamás sentirá como una mujer, en eventos o escenarios iguales.
Desde el primer día de vida el mirar de los niños es desigual al de las niñas. Generalmente
los hombres lloran solos, las mujeres no. Les duele en el alma que una mujer
sea femenina en todo y que se destaque por eso también. Un hombre masculino es
un agrado en su opuesto: las mujeres.
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
(3) Las lepras del humanismo
(a las aberraciones del humanismo laico)
http://lasleprasdelhumanismo.blogspot.com
(4) Veleidosa diosa libertad
(a esa libertad divorciada de la responsabilidad)
http://veleidosadiosalibertad.blogspot.com
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