El psiquiatra es un encantador de serpientes, un distribuidor compulsivo de fármacos y drogas, un sanador mental inepto, un demagogo de la ciencia, un fracasado permanente y altivo, un vendedor de nubes onerosas, un mozo del dinero, ese nuevo hechicero esquematizado y beatificado por la modernidad. Los enfermos mentales no se sanan y ellos se presentan ante el público como científicos sin arrugar la cara. Los tiranos ocuparon sus servicios para manipular y torturar. Son farsantes, ídolos falsos. Los psiquiatras son un peligro público, la locura total. El negocio millonario de las farmacéuticas ama a los psiquiatras y los invitan a capacitaciones y charlas bien pagadas. Después del extenso, impresionante y embaucador diagnóstico todo sigue igual. El manicomio no modificará la naturaleza humana estropeada. El psiquiatra es un apóstol del infierno. La predicación del evangelio es una bendita locura.
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
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